Los revestimientos fotocatalíticos y sus propiedades

Descubre como esta tecnología puede ayudar a eliminar patógenos presentes en las superficies, limitar la carga de contaminantes presentes en el aire y reducir los costos de mantenimiento gracias a su efecto autolimpiante.

1/8/20242 min read

Este artículo breve, presenta un aproximación a la tecnología fotocatalítica. Una herramienta que puede ayudar a mitigar los contaminantes presentes en el aire de las grandes ciudades, reducir los costos de mantenimiento gracias a su efecto autolimpiante y eliminar los agentes patógenos en los espacios interiores y exteriores.
Materiales Descontaminantes Fotocatalíticos

La fotocatálisis, un fenómeno inspirado por la propia naturaleza, se erige como un potente aliado en la lucha contra la contaminación. Similar a la fotosíntesis, esta ingeniosa técnica aprovecha la energía solar para neutralizar diversos contaminantes atmosféricos, desde los NOx, SOx, hasta los compuestos orgánicos volátiles (COVs), mediante un proceso de oxidación activado por la luz del sol.

En el corazón de la fotocatálisis reside el fotocatalizador, un material semiconductor que transforma la energía solar en energía química en la superficie de un catalizador o sustrato. Este proceso, que involucra reacciones tanto de oxidación como de reducción, posibilita la eliminación eficaz de una amplia gama de contaminantes urbanos.

El cemento, por ejemplo, se ha revelado como un medio idóneo para desplegar con éxito el proceso fotocatalítico. Mediante la combinación de dióxido de titanio con el cemento, se obtiene un aglutinante con propiedades fotocatalíticas, que no solo refuerza la resistencia mecánica y la durabilidad del material, sino que también capacita al cemento para oxidar los contaminantes orgánicos e inorgánicos que se depositan en su superficie.

La aplicación de sustancias fotocatalíticas en pavimentos, fachadas y otros elementos urbanos no solo ha demostrado su eficacia descontaminante, sino que también ha evidenciado la capacidad de reducir los costes de mantenimiento y limpieza. Estos materiales tratados no solo impiden la acumulación de suciedad en su superficie en mayor medida que los materiales convencionales, sino que también reducen los malos olores gracias a su acción antibacteriana.

Entre las propiedades que adquieren los materiales tratados con fotocatálisis se incluyen la reducción de materiales orgánicos e inorgánicos en el aire, la descomposición de materias tóxicas orgánicas y una acción antimicrobiana. Además, su naturaleza autolimpiante, gracias al poder hidrofílico del fotocatalizador, garantiza una limpieza continua con la acción del agua de lluvia.

El impacto de estos avances no se limita a la teoría; numerosas aplicaciones prácticas han demostrado su eficacia. Desde la icónica Iglesia de la Misericordia en Roma, diseñada por el arquitecto Richard Meier para el Jubileo del año 2000, hasta la pavimentación de calles en ciudades como Milán, Barcelona y Madrid, donde se han implementado soluciones fotocatalíticas con resultados prometedores.

El descubrimiento del comportamiento fotocatalítico del dióxido de titanio por parte de los científicos japoneses Fujishima y Honda en 1967 marcó el inicio de una revolución en el campo de la descontaminación. Desde entonces, diversas organizaciones como la Federación Francesa de Fotocatálisis (FFP), la Federación Europea de Fotocatálisis (EFP) y la Asociación Ibérica de Fotocatálisis (AIF) han contribuido a impulsar y difundir esta tecnología innovadora.

En resumen, los materiales descontaminantes representan una esperanza tangible en la lucha contra la contaminación urbana. Con su capacidad para transformar la energía solar en una poderosa herramienta de limpieza, estos materiales prometen un futuro más limpio y sostenible para las ciudades de todo el mundo.